Eduardo Macpherson
Head of Investment Advisory – Banca Patrimonial
Entramos al último trimestre del año. El 2022 se ha caracterizado por ser un año volátil, dentro de
un contexto mundial de alta inflación, y marcado por retrocesos importantes en activos de renta fija
y de renta variable, este último retrocediendo más de 20% a la fecha. Definitivamente un año
complejo para todos los gestores de inversiones, ya que la caída en ambos activos no se ha visto muy
seguido en los últimos 100 años.
La volatilidad del mercado de acciones (se mide por el índice VIX) persiste, y en lo que va del año
ha mostrado picos superiores a los 30 puntos hasta en 5 oportunidades. Estos picos fueron
ocasionados por: (i) la invasión rusa, (ii) problemas en la cadena de suministro mundial, y (iii)
una política monetaria más agresiva por parte de la FED. A continuación, analizaremos el último
punto.
Una política monetaria más agresiva por parte de la FED.
La FED tiene dos mandatos: estabilidad de precios (inflación en rango meta) y procurar el máximo
empleo. Hasta mediados de año la política monetaria propuesta parecía ser suficiente y adecuada para
hacerle frente al incremento de la inflación. En su última reunión (setiembre), la FED subió la tasa
de referencia en 0.75%, un incremento que ya estaba internalizado por el mercado. No obstante,
mostró un tono más agresivo cuando actualizó sus proyecciones de crecimiento, desempleo y tasa de
referencia para los siguientes trimestres y años.
Luego de estos anuncios, al cierre de setiembre el mercado ha vuelto a retroceder a niveles
similares a los de junio, los más bajos del año en curso. Aquí las claves del anuncio:
Variable
|
Periodo
|
Antes
|
Ahora
|
Tasa de referencia
|
Cierre 22
|
3.4%
|
4.4%
|
Inflación
|
Cierre 22
|
5.2%
|
5.4%
|
Cierre 23
|
2.6%
|
2.8%
|
Crecimiento
|
2022
|
1.7%
|
0.2%
|
2023
|
1.7%
|
1.2%
|
Desempleo
|
Cierre 22
|
3.7%
|
3.8%
|
Cierre 23
|
3.9%
|
4.4%
|
La lectura del mercado es que la FED mantendrá su política monetaria agresiva para hacerle frente a
la inflación. Lo que menos quiere la FED es ceder ante la inflación y que luego se vuelva
incontrolable, por ello el incremento importante de tasas para este último tramo del año. Por otro
lado, la reducción de tasas - que inicialmente se esperaba para la segunda mitad del 2023 - se
posterga hasta el 2024. Esto impactaría directamente en los niveles de empleo y crecimiento, cuyas
proyecciones de la FED se han modificado aniveles de 4.4% y 1.2% respectivamente para el próximo
año.
Entonces, ¿todo se complica?
La respuesta es ambigua. Por un lado: la FED está aplicando un freno más potente a la economía para
hacerle frente a la inflación, mientras que, por otro lado, esta medida es viable dado que la
economía de EEUU muestra solidez (buenos niveles de consumo y un mercado laboral aún robusto).
Debemos tener en cuenta el efecto estadístico en la medición de la inflación. Con la invasión de
Rusia a Ucrania se marcó un incremento importante en los precios del gas, petróleo, fertilizantes y
granos durante el segundo trimestre del 2022. Estos precios han disminuido de forma importante en el
tercer trimestre, por lo cual, si se mantienen en estos niveles, por un efecto de base estadística,
la inflación comenzará a disminuir a mayor velocidad entre el segundo y tercer trimestre del 2023.
Por ello, consideramos que la FED esta haciendo lo correcto al “atacar” a la inflación desde la
demanda y sin titubeos. Si bien esto tiene consecuencias sobre el crecimiento y desempleo, el efecto
final sobre la economía americana debería ser una recesión leve (soft landing) hacia mediados del
2023. Ello se considera como un daño colateral en la lucha de la FED para controlar la inflación.
Esta coyuntura compleja ofrece buenas oportunidades de inversión. Si bien la idea será siempre:
“comprar barato y vender caro” en una coyuntura como la actuales necesario ser más sofisticado en el
manejo de la volatilidad. Ello implica aprender a gestionar nuestro portafolio en dos áreas: (i)
activos que tienen baja correlación con el mercado (se aísla la volatilidad) y (ii) activos cuyo
rendimiento se “alimenta” de la volatilidad (derivados y estructuras). Todo ello teniendo siempre en
cuenta nuestro perfil de inversionista y objetivos.
Nota: El presente artículo, así como la opinión vertida en el mismo, son de exclusiva
responsabilidad del autor. En ese sentido, la opinión del autor puede no coincidir con la
opinión de BanBif, sus funcionarios, directores, accionistas y/o empleados, así como tampoco
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