Alejandro Zariquiey,
Gerente Comercial BCD Travel
Trujillo es una ciudad que envuelve múltiples condiciones y por eso es
considerada como una de lugares más importantes del Perú. La calidez
de sus pobladores es reconocida y su gastronomía respetada y
codiciada. Hay diversión, lugares acogedores y playas con atractivos
inigualables como los caballitos de totora. Es tradición que también
en Trujillo se realice el Festival de la Marinera (aunque este año se
hizo en Lima por los problemas climáticos) y también es la sede del
famoso Festival Internacional de la Primavera que se realiza en
Setiembre y es conocido internacionalmente.
Disfrutar una caminata por el centro es adentrarse en la fantasía al
periodo colonial, sentirse presente rodeado de construcciones
coloniales como la Catedral y el Palacio Arzobispal y por ahí tomarse
una foto en el Monumento de la Libertad y también en la fachada y
alrededores de la Municipalidad, ambos iconos arquitectónicos
importantes.
Desde lo personal, considero que las llamadas Casonas imperdibles de
conocer son la Casa del Mariscal Orbegozo, la Casa Ganoza, la Casa
Urquiaga, que a modo de referencia, fue, como dice la historia, que
ahí se alojó Simón Bolívar. Recomiendo también el Palacio Iturregui,
sede del Club Central.
Muy cerca a la ciudad de la Eterna Primavera como se conoce a
Trujillo, casi en veinte minutos con movilidad, se encuentra Chan
Chan, centro histórico, Patrimonio de la Humanidad de Unesco, la mayor
ciudad de adobe del mundo y la más conocida por su grandeza de ciudad
precolombina de América. La visita dura aproximadamente una hora y
media y en ese tiempo se podrán observar los muros de adobe con sus
relieves geométricos y los dibujos de peces y aves, tan cotizados por
su originalidad.
Otro punto valioso de recorrer es la Huaca del Sol y la Luna, a donde
se llega en quince minutos en auto. También se puede visitar la Huaca
de la Luna en donde se encuentra y destaca el “dios desollador”,
evidenciando que la cultura mochica, practicaba sacrificios humanos.
Lo que impresiona es el excelente estado de conservación de las
pinturas que mantienen sus colores originales. El recorrido no dura
más de una hora.
Huanchaco también es otro lugar atractivo, es sin duda emblemático,
acoge un pueblo de pescadores con hermosas playas donde navegan las
famosas embarcaciones de caballitos de totora. Su mar es cotizado por
surfistas y también bañistas que disfrutan las olas. El balneario en
sí, ofrece múltiples restaurantes, donde el pescado y los mariscos
frescos es el atractivo máximo de la zona.
Si desean conocer más de esta bella zona norteña, muy cerca a Trujillo
hay que visitar El Brujo, a 60kms, lugar que cuenta con tres edificios
principales: La Huaca Cao, La Huaca Prieta y la Huaca El Brujo. La más
importante y mejor conservada es la de Cao, donde fue hallada la tumba
de la Dama de Cao. Visitar el Museo de Sitio es imperdible.
Si hay espíritu aventurero además de tiempo, no dejen de visitar el
simpático Pacasmayo, aunque quede a 110 kms de Trujillo. Los esperan.
Finalizo resaltando la gastronomía de toda esa zona norte del país. Su
variedad es vasta y cada plato una delicia inolvidable. Dentro de
ellos mi recomendación es no dejar de probar la famosa sopa Shambar
que solo es preparada y se sirve los días lunes.
Buen viaje y muchas diversiones.
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