Raúl Calle Benito, CFA
Estrategia de Inversiones – BanBif Selecta
Las corporaciones multinacionales son compañías
que operan o venden sus productos no solo en el
país donde se encuentra su casa matriz, sino
también en otros países. El auge y proliferación
de estas compañías desde hace ya varias décadas
ha moldeado el comercio y los mercados
financieros globales. Sin embargo, las
tendencias actuales hacia la desglobalización y
proteccionismo hacen necesario que estas
compañías se adecúen una vez más al contexto,
como lo han hecho varias veces a lo largo de la
historia. Con ello, surgen nuevas oportunidades
de inversión y se afianzan algunas otras.
Para entender mejor la dinámica de las
multinacionales, empezaremos con un breve repaso
de la historia de las mismas. Los ejemplos más
antiguos de multinacionales los encontramos en
el colonialismo europeo, donde empresas como la
British East India Company o la Dutch East India
Company se encargaban no solo del comercio entre
la potencia colonizadora y las colonias, sino
también de gobernar y proteger los intereses de
los reinos a los que representaban en los nuevos
territorios, contando incluso con ejércitos
privados. El proceso de descolonización terminó
disolviendo este tipo de empresas. Ya en el
siglo 20, las principales multinacionales se
centraban en la explotación de materias primas
en países del tercer mundo, especialmente
petróleo y minerales, pero una vez más el
contexto y las tendencias internacionales (en
este caso la nacionalización de recursos
naturales claves) terminaron con la dominación
de estas compañías. Luego de la segunda guerra
mundial surgió un tipo de multinacional enfocado
en la manufactura, donde las compañías
aprovechaban los menores costos de manufactura
de otros países, poniendo fábricas en ellos, con
lo que también evitaban los aranceles a la
importación de sus productos.
Centrándonos en el desarrollo de las compañías
desde la mitad del siglo pasado a la actualidad,
observamos un claro patrón. Primero, las
compañías ampliaron sus operaciones haciendo
réplicas de ella mismas en otros mercados. Con
ello, las diferentes subsidiarias de una misma
compañía funcionaron como entidades
independientes, con sus propias estructuras
organizacionales, estrategias de mercadeo y
cadenas productivas. Sin embargo, recién en las
últimas décadas del siglo pasado que el concepto
actual de multinacional llega a su formación. El
progreso tecnológico permitió el transporte y
comunicación confiable, y la estabilidad y
cooperación política permitieron un acelerado
proceso de globalización que permitió a las
grandes compañías multinacionales volverse un
fenómeno verdaderamente global. Con ello, las
empresas integraron las cadenas productivas,
ahorrando costos y aprovechando sinergias,
volviéndose mucho más eficientes y productivas.
Actualmente hay una serie de factores que están
provocando una ruptura en la estructura y
definición de las empresas globales. En primer
lugar, la pandemia del Covid-19 evidenció lo
mucho que dependen las compañías de los mercados
globales y lo vulnerables que se encuentran ante
una interrupción en la cadena logística global.
Asimismo, el enfrentamiento geopolítico entre
Estados Unidos y China amenaza con romper el
equilibrio comercial que había impulsado la
globalización durante las últimas décadas. Todo
ello apunta al fin de la estructura actual de
las grandes multinacionales, las cuales están
mutando nuevamente para enfrentar estos
desafíos. Un claro ejemplo es la forma en que
las empresas vienen trabajando en China. Con la
prohibición que los gobiernos occidentales han
impuesto a las compañías de transferir
tecnología a China, muchas multinacionales han
optado por diferenciar sus operaciones en el
país asiático. Para ello, en vez de llevar su
tecnología a China, forman alianzas de
colaboración y asistencia tecnológica con
compañías locales, separando e independizando
estas operaciones al resto de su organización.
Asimismo, la subida en los aranceles y el
sentimiento nacionalista en varios países está
haciendo que las compañías trasladen su
manufactura de vuelta al mercado local.
Podemos observar que las idas y vueltas en la
política global y las tendencias en el comercio
están volviendo a cambiar la estructura de las
grandes compañías multinacionales, hacia
unidades menos globalizadas, con diferencias
dentro de sí mismas y más enfocadas en los
mercados locales. Con ello, las compañías
multinacionales mantienen el potencial de
crecimiento y se presentan como gigantes
económicos con la flexibilidad necesaria para
adaptarse y mutar. Además, este nuevo panorama
ofrece varias oportunidades de inversión, ya que
nuevas cadenas logísticas deben desarrollarse, y
la colaboración necesaria con empresas locales
abre nuevos frentes de retorno.
Nota: El presente artículo, así como la
opinión vertida en el mismo, son de exclusiva
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