Raúl Calle Benito, CFA
Estrategia de Inversiones – BanBif Selecta
Durante 2023 el tema más importante para la economía
global y los mercados financieros fue la velocidad y
magnitud de la subida de tasas de los bancos centrales.
La persistente inflación y la resistencia del mercado
laboral tomaron por sorpresa a los analistas e inversores,
quienes paulatinamente tuvieron que reajustar sus
expectativas hacia un escenario de política monetaria
menos favorable. Paradójicamente, a pesar de las elevadas
tasas, los mercados bursátiles vienen teniendo un buen año,
impulsadas por factores como el foco en la inteligencia
artificial y los buenos reportes financieros de las compañías.
Por otro lado, la renta fija se ha mostrado rezagada ya que,
si bien las primas de riesgo se han mantenido estables, la
subida de las tasas de largo plazo ha castigado el valor de
los bonos.
Sin embargo, los choques que llevaron a este episodio
inflacionario ya están cediendo y con ello la tendencia
de la inflación global apunta hacia cifras más manejables
y acordes a los objetivos de los bancos centrales. La
liberación de la cadena logística quitó presión a los precios,
además la estabilización del precio del petróleo también
contribuyó a frenar la inflación. Asimismo, en Estados Unidos,
el mercado laboral aún se mantiene muy ajustado, pero está
dando señales de enfriamiento lo cual desacelerará el consumo
y con ello la inflación. Este nuevo escenario ya viene siendo
descontado por los mercados financieros, quienes estiman un
recorte en la tasa de la Reserva Federal tan pronto como marzo
del próximo año y prevén recortes por un total de 100 puntos
básicos para 2024. El mercado espera un soft-landing perfecto,
es decir que la Reserva Federal logre bajar la inflación cerca
al objetivo, pero sin producir un repunte significativo en el
desempleo ni tampoco una recesión. Probablemente el mercado
esté adelantándose nuevamente a la Reserva Federal, quien se
muestra reacia a dar por ganada la batalla contra la inflación.
Lo cierto es que los bancos centrales de economías desarrolladas
empezarán a recortar tasas durante 2024, uniéndose así a los bancos
centrales de países emergentes que ya lo empezaron a hacer en 2023.
La profundidad y rapidez de los recortes dependerá si es que la
economía de cada región cae en recesión o no. En un escenario donde
la inflación converja rápidamente a los objetivos de los bancos
centrales y la economía se mantenga aún fuerte, los recortes de tasas
deberían ser de poca magnitud y lentos, para no arriesgar un repunte
en la inflación. Por lo contrario, si una recesión parece inminente
y la inflación ya se encuentra en rangos aceptables, lo más probable
es que los bancos centrales desarrollados recorten sus tasas rápidamente.
Por el momento la perspectiva de una recesión en Estados Unidos es baja
pero no cero. Los indicadores de crédito, vivienda y consumo muestran
cierto deterioro, pero se mantienen en niveles saludables. Sin embargo,
con una tasa de referencia tan alta, los riesgos que suponen para la
economía tener un costo de financiamiento alto no deben pasarse por alto.
En cuanto al banco central de Perú (BCRP), con la economía local
desacelerada y la inflación llegando cerca al rango meta, se esperan
más recortes en la tasa de referencia para 2024, la cual aún se mantiene
en terreno contractivo. Sin embargo, y al igual que otros bancos
centrales de economías emergentes, las próximas decisiones del directorio
del BCRP probablemente sean más cautas y estarán en función a lo que
hagan los bancos centrales desarrollados con su tasa de referencia.
En cuanto a las alternativas de inversión, un periodo de recorte de
tasas globales y bajo riesgo recesivo tiende a beneficiar a la renta
fija, especialmente a la de mejor calidad crediticia. Las tasas de los
bonos de grado de inversión se presentan actualmente bastante elevadas
y atractivas, y una caída en las tasas de mediano plazo llevará a una
apreciación significativa en el valor de los bonos. Un caso especial
es la renta fija de Latinoamérica, la cual muestra una valorización
atractiva comparada al resto de mercados emergentes, incluso en la renta
fija de alto rendimiento, con primas de riesgo que descuentan un escenario
de desaceleración económica.
Nota: El presente artículo, así como la
opinión vertida en el mismo, son de exclusiva
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