Raúl Calle Benito
Estratega de Inversión – Banca Patrimonial BanBif
rcalleb@banbif.com.pe
Para combatir los efectos económicos de la pandemia,
y como parte de su política monetaria expansiva, la
Reserva Federal de los Estados Unidos (FED) puso en
marcha en marzo de 2020 un programa de compras
masivas de bonos del Tesoro Americano y de bonos
hipotecarios en el mercado abierto. De esta manera
la FED buscaba proveer un alto nivel de liquidez en
la economía, manteniendo con ello las tasas de
interés bajas. Este programa permitía incentivar el
consumo y facilitar el financiamiento de las
empresas privadas.
El programa de compras masivas emprendido por la FED
en el 2020 es el cuarto de su historia, estando los
anteriores vinculados en combatir los efectos de la
crisis hipotecaria del año 2008. La efectividad de
estos programas ha sido sujeto de intenso debate, y
estudios han demostrado que han contribuido a:
mantener las tasas de largo plazo bajas; disminuir
el riesgo de crédito, incrementar el crecimiento del
PBI y aumentar el flujo de fondos hacia los activos
riesgos. Sin embargo, la experiencia también nos ha
demostrado que el mercado puede reaccionar con
bastante volatilidad a los cambios en dichos
programas, especialmente al anuncio de su término,
por lo cual una comunicación precisa y clara por
parte de la FED siempre es necesaria para mantener
las expectativas en línea con los inversores.
Volviendo al presente, con datos de empleo mejorando
sostenidamente, con una economía creciendo a un buen
ritmo y una tasa de inflación en aumento, el mercado
esperaba inminentemente el fin del programa de
compras de la FED (tapering). Dada la escala masiva
de este programa, la Reserva Federal apuntó a una
reducción gradual en las compras, tratando de
minimizar el impacto en los activos financieros (de
ahí el nombre de tapering). En línea con las
expectativas del mercado, el aviso del inicio de la
reducción de compras de bonos por parte de la FED se
oficializó en noviembre. Hasta ahora, la clara y
efectiva estrategia de comunicación de la FED con
los mercados ha evitado un impacto significativo en
los activos financieros. Además, la Reserva Federal
ha marcado un ritmo de reducción de compras de bonos
de USD 15 mil millones al mes, con lo cual se espera
que el programa de compras de bonos termine en junio
del próximo año. Sin embargo, el fuerte repunte en
la inflación de EEUU en noviembre aumenta las
probabilidades que la Reserva Federal incremente el
ritmo de la reducción de compras a USD 25 mil
millones por mes desde enero. De ser este el caso,
el tapering podría terminar en abril del próximo
año, dando pie a la FED a realizar su primer
incremento de tasas a mediados de 2022.
Como mencionamos anteriormente, el riesgo de
volatilidad en los mercados parece controlado, pero
esto dependerá de que la Reserva Federal continúe
con una estrategia de comunicación clara y
transparente, y en última instancia, que los datos
económicos se mantengan dentro de las proyecciones
de la FED. Por ahora, la nominación de Jerome
Powell, actual presidente de la FED, para un segundo
mandato de cuatro años, le brinda la confianza a los
mercados que la política monetaria mantendrá su
coherencia por varios años más.
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