Maxime Alimi
Head Macro & Allocation - SILEX
Después de tres años de subida, el mercado ha empezado a cuestionar las
valoraciones de la renta variable y su posible corrección en 2022.
Mirar únicamente los niveles de mercado para inferir sobre las
valoraciones nos parece un error.
En primer lugar, aunque los múltiplos de valoración hayan caído,
siguen siendo altos desde un punto de vista histórico. En segundo
lugar, la prima de riesgo de las acciones -medida de costo de las
acciones frente a los bonos- sigue siendo benigna. En otras palabras,
la renta variable puede permanecer cara mientras los bonos permanezcan
caros.
¿Podrá la subida de tipos de interés acabar con la renta variable
en el 2022?
Podría pasar, pero probablemente no lo suficiente para compensar el
crecimiento de las utilidades corporativas (earnings). Por ello,
creemos que permanecer invertido en renta variable este año es lo más
adecuado, ya que lo contrario podría resultar más costoso.
¿Y podrá una buena tendencia traer una buena oportunidad una vez
más?
No hay duda de que la transición ESG tendrá un impacto importante en
nuestra industria. Los cambios en la economía implicarán nuevos
ganadores y perdedores. La regulación impulsará el cambio, acelerado
por los hábitos de los consumidores y la conciencia pública.
Las políticas de inversión ESG reasignarán flujos masivos de capital hacia activos “verdes”. Aunque
en el 2021, los activos verdes no han tenido el performance que se esperaba -debido a las
expectativas poco realistas del mercado y la especulación- no creemos que este año pase lo mismo.
Por ello, estamos positivos en esta temática para el 2022.
Nota: El presente artículo, así como la opinión vertida en el mismo, son de exclusiva
responsabilidad del autor. En ese sentido, la opinión del autor puede no coincidir con la
opinión de BanBif, sus funcionarios, directores, accionistas y/o empleados, así como tampoco
puede ser considerada como una asesoría y/o recomendación de BanBif a sus clientes o cualquier
tercero.